El icono mexicano que dejó huella en el diamante. Fernando “El Toro” Valenzuela

Por: Karen Manzano

Hay tanto por escribir de una leyenda del béisbol, que ahora lo recordaremos nostálgicamente. Quisiéramos que fuera eterno, pero vivirá en nuestros corazones por siempre. Un mexicano que se abrió las puertas en una disciplina en la que cuesta brillar como extranjero, inspirando a generaciones. Muchos crecieron viéndolo jugar y gracias a él aman el denominado “Rey de los Deportes”. Como dijo Benjamín Gil, mánager de los Charros de Jalisco y de la Selección Mexicana de Béisbol: “El más grande que hemos tenido, el que hizo soñar a todo niño que imaginaba con jugar en las Ligas Mayores y llegar al mejor béisbol del mundo”.

Fernando Valenzuela, querido y conocido como “El Toro”, nació el 1 de noviembre de 1960 en Etchohuaquila, un pequeño pueblo de Navojoa, Sonora. Desde muy joven, mostró interés y talento como lanzador, a pesar de que su entorno era humilde y sin los recursos de grandes ciudades. Fue descubierto por el cazatalentos Mike Brito, quien lo recomendó a los Dodgers de Los Angeles, tras su paso con los Mayos de Navojoa, en la Liga Mexicana del Pacífico, así como los Leones de Yucatán, en la Liga Mexicana de Béisbol, donde daría pie a una carrera que marcaría historia en la ‘Gran Carpa’ y abriría puertas para otros jugadores latinos.

La “Fernandomanía” y el Impacto Cultural

En 1981, Valenzuela se integró al equipo de los Dodgers como pitcher abridor y rápidamente se ganó el corazón de la afición. Su llegada causó tal sensación que se le denominó “Fernandomanía”. Ese mismo año, ganó tanto el premio al Novato del Año como el Cy Young, siendo el primer jugador en lograr esta hazaña. Con su ‘screwball’ devastador, un lanzamiento difícil de controlar y efectivo para desubicar a los bateadores, cautivó a miles de aficionados y cambió la historia de la temporada de la novena angelina, llevándola a ganar la Serie Mundial.

La Fernandomanía no solo fue un fenómeno deportivo, sino también cultural. A donde iba, Fernando llenaba estadios y su presencia era especialmente significativa para la comunidad hispanohablante en los Estados Unidos, demostrando que un joven de origen humilde podía llegar al más alto nivel y triunfar.

Estadísticas y Logros

Durante su carrera en las Grandes Ligas, Valenzuela acumuló logros impresionantes:

• Participó seis ocasiones en el All-Star Game.
• Logró 2,074 ponches en su carrera y tuvo una efectividad de 3.54.
• Fue galardonado con el Guante de Oro (1986), premiando su habilidad como pitcher defensivo.
• Ganó la Serie Mundial con los Dodgers en 1981.
• En 1990, hizo historia al lanzar un juego sin hit ni carrera contra los St. Louis Cardinals, consolidando su lugar en la historia del béisbol.

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Su Retiro y Legado

Valenzuela se retiró en 1997, tras una carrera de 17 años en las Grandes Ligas y 20 como profesional, pero su amor por el béisbol lo llevó a seguir involucrado en el deporte como comentarista y coach. Para el 2023, en reconocimiento a su carrera y legado, los Dodgers de Los Angeles retiraron su número 34, un honor reservado solo para los grandes íconos del equipo. Esto lo convirtió en uno de los pocos jugadores en tener su número retirado sin haber ingresado oficialmente al Salón de la Fama de la MLB, lo que refleja el sello emocional y cultural que dejó en el equipo y la afición.

Homenajes Actuales en su Memoria

Desde su fallecimiento, el legado se mantiene vivo a través de homenajes en su nombre. Cada 1 de noviembre, en su natalicio, fanáticos, medios y figuras del diamante recuerdan sus hazañas, así como en estadios de todo el país; además, en Los Angeles, se llevan a cabo eventos en su honor. También, la comunidad mexicana en Estados Unidos ha solicitado que Valenzuela sea recordado oficialmente con un día conmemorativo en la entidad californiana, donde su influencia sigue siendo profunda y emotiva.

En su natal Navojoa, se anunció la inauguración de una estatua en su honor para 2025, como símbolo duradero de su impacto en toda la República. Asimismo, varias ligas de béisbol juvenil en México lo reconocen como una inspiración.

Aunque Fernando Valenzuela ya no esté físicamente, su espíritu sigue vivo en el recuerdo de todos aquellos que fueron tocados por su talento y humildad. Su nombre y carrera no solo significan éxito en el béisbol, sino también la lucha, perseverancia y orgullo de todo un país.