El poder de tu intención
Por Laila Martínez
¿Qué es la intención? Pocas veces tenemos la oportunidad de analizar la raíz de este concepto. Con frecuencia escuchamos sobre las buenas o malas intenciones y resulta difícil darte cuenta del poder que les otorgas en tu vida. El primer paso es identificarlas y, si es necesario, transformarlas para alcanzar un bien mayor.
Las raíces de las intenciones son los sentimientos y las emociones. Aquello relacionado con la armonía, el amor y el bienestar potencializan las intenciones positivas; mientras que los sentimientos de odio, rencor o envidia dan fuerza a las intenciones negativas. Cada persona tiene la posibilidad de elegir lo que quiere sentir; incluso la forma y el momento en que quiere experimentarlo. Tú eres el creador de tu mundo y de cada momento vivido. Así que, ¿por qué no escoger el “bien-estar”?
Hay frases muy comunes como: “La intención es lo que cuenta”, “no fue lo que me dijo, sino cómo me lo dijo”, o “lo dijo con una buena intención”; pero pocas personas se detienen a reflexionar qué hay en mí o en ti para percibir de esta manera la “buena” o “mala” intención del otro. Es muy fácil caer en la tentación de responsabilizar a los demás por los sentimientos y las percepciones propias. Lo difícil es tomar las riendas de tus emociones y saber que no dependen del exterior.
El poder de la palabra y el pensamiento desempeña una función muy importante al expresar tus intenciones. Ser consciente de que lo que dices y piensas es un reflejo de lo que consideras positivo o negativo. La práctica de este autoconocimiento es la llave para identificar sentimientos y expresarlos de forma correcta. Es simplemente permitir que se manifieste lo más profundo de tu esencia.
El doctor Wayne W. Dyer, autor de los libros Tus zonas erróneas y El poder de la intención, dice que todos formamos parte del poder invisible de la intención y que al conocerlo y usarlo de forma adecuada nos convertiremos en dueños de las transformaciones que queramos imprimir en nuestra vida. Por su parte, Deepak Chopra nos recuerda en múltiples publicaciones que la atención crea, mientras que la intención transforma.
La manera más sencilla de potencializar los sentimientos positivos son las afirmaciones, que curiosamente algunos llaman intenciones.
Algunos ejemplos que son útiles para comunicar y manifestar estos pensamientos de vibración alta son:
- Solo por hoy permito que la perfección se exprese a través de mí en palabra, pensamiento y acción.
- El amor se expresa a través de mis palabras y acciones.
- Mi mundo refleja la armonía y el amor que viven en mí.
- Mis relaciones personales son el reflejo del amor y la perfección que en mí habitan.
Al repetir estas afirmaciones de forma continua te darás cuenta del cambio de sensaciones que ocurre en ti. No importa cuán “malo” sea tu humor en el momento: las afirmaciones modifican la frecuencia energética que te rodea. Es muy diferente engancharte a sentimientos de miedo, enojo y desamor que elegir llevar tu atención a la abundancia, la prosperidad y el amor.
Lo que muchas personas llaman milagros no son más que el resultado de su voluntad al crear las buenas intenciones. La voluntad es tu deseo, el deseo es la motivación, la motivación es un esfuerzo y el centro de tu atención se convierte en tu destino.