¿Es bueno tomar mucha agua?

Todos sabemos que tomar agua es muy importante para nuestra salud, pero pocas veces se habla de los beneficios y los posibles problemas si consumimos demasiada.

Tomar agua ayuda a llevar nutrientes, mejorar la digestión, normalizar la presión arterial, proteger los órganos y tejidos del cuerpo, regular la temperatura del cuerpo y mantener un balance de electrolitos. Es importante tomar suficiente agua al día para evitar la deshidratación y permitir que el cuerpo funcione correctamente.

Los adultos debemos tomar aproximadamente 100 onzas de agua al día, lo que equivale a 2.95 litros de agua, o lo que es lo mismo, se recomienda tomar entre 2 y 3 vasos de agua cada hora y al estar haciendo alguna actividad deportiva se puede tomar un poco más.

Tanto la deshidratación como la sobrehidratación pueden traer problemas de salud. Esta última ocurre cuando consumes mucha más agua de la que el cuerpo es capaz de deshacerse, esto significa que el organismo deja de funcionar correctamente y empieza a experimentar dolores de cabeza, náuseas y cambios de ánimo.

La sobrehidratación se produce después de que varios días se abuse del consumo de agua para que el cuerpo empiece a sufrir los efectos, pero, mientras esté en el rango saludable de hidratación no hay de qué preocuparse.

Aunque los efectos se dan en situaciones extremas, beber demasiada agua sin llegar a la sobrehidratación es perjudicial en una persona sana, en especial si no se reemplazan las sales minerales que se pierden con la eliminación de líquido.

Uno de los ejemplos de personas que suelen ingerir grandes cantidades de agua son las que compiten en maratones. Este exceso provoca con la sudoración una sobreeliminación de sales minerales con el consecuente desequilibrio hidroelectrolítico y el riesgo de sobrehidratación.

En conclusión, hay que beber agua cuando se tiene sed y no por encima de las posibilidades del cuerpo humano. En el caso de personas que compiten en pruebas con grandes exigencias físicas, lo mejor es una buena preparación profesional que enseñe a medir la hidratación durante el ejercicio y a regular los niveles de sodio.