
Nicola Porcella, carismático, auténtico y resiliente
Nicola Porcella ha conquistado al público mexicano con su entrega dentro y fuera de la pantalla. Desde sus inicios en Perú a su proyección en la televisión mexicana, Nicola hoy representa una voz cercana, transparente y con los pies bien puestos sobre la tierra.
Tu carrera en México ha despegado con gran fuerza. ¿Qué es lo que más valoras de este país que te adoptó como figura de entretenimiento?
«Lo que más valoro de México es, sin duda, su gente. Siento que estoy donde estoy gracias al apoyo del público, y eso es algo que no doy por sentado. Al mismo tiempo, es una gran responsabilidad, porque sé que debo corresponder ese cariño con mucho trabajo y dedicación. En este país hay muchísimo talento, y eso me impulsa a seguir aprendiendo y esforzándome cada día. Pero, por encima de todo, lo que más me toca el corazón es el cariño sincero que he recibido de las personas».
¿Cómo manejas la línea entre lo que decides mostrar al público y lo que prefieres mantener en tu esfera privada?
«Sin duda, es difícil trazar una línea clara entre lo que quiero compartir y lo que prefiero guardar para mí. Pero algo que siempre me ha caracterizado es ser real. No tengo una doble cara: lo que ves en televisión es lo mismo que soy en mi vida personal. Esa autenticidad ha sido mi conexión con muchas personas que, como yo, padecen ansiedad o depresión. La sobreexposición puede ser complicada, pero ya pasé por eso en Perú. Ya me caí, ya me levanté, y hoy enfrento todo desde una perspectiva mucho más madura y consciente».
Tras vivir momentos de gran exposición y altibajos en tu trayectoria pública, ¿cómo logras mantener tu estabilidad emocional y mental?
«Me levanto cada día con gratitud por las oportunidades que la vida y México me han dado. Creo que esa actitud es lo que me mantiene estable, tranquilo y contento».
¿Qué has tenido que sacrificar para llegar hasta donde estás?
«Lo que más me ha costado es tener a mi familia lejos. Sin duda, eso es lo más difícil para mí. Pero también sé que es un sacrificio que vale la pena, porque todo lo que hago, lo hago por ellos. Trabajo para que estén bien y para que, de alguna forma, este esfuerzo también sea una recompensa compartida».
¿Qué descubriste sobre ti mismo al enfrentarte a tantas cámaras y expectativas mediáticas en “La Casa de los Famosos”?
«Fui a ser yo mismo. Descubrí que no tengo que ponerme una máscara todo el tiempo ni aparentar que siempre soy el más fuerte o el más invulnerable. Me permití reír, llorar, mostrar mis altibajos y aceptar que he caído y tocado fondo. Esa experiencia me enseñó que ser auténtico es más poderoso que cualquier fachada».
¿Cómo te defines como papá?
«Trato de ser un gran papá. Sé que cometo errores, pero siempre busco que mi hijo pueda confiar en mí, hablar conmigo y sentirse seguro. Quiero que no le falte nada y que tenga un gran futuro. Siempre he dicho que, más allá de lo material, lo más valioso que puedo dejarle son sus estudios y sus valores. Y en eso, su mamá y yo trabajamos en equipo. Sin ella, no podría ser el padre que soy».
¿Cuál ha sido el momento más difícil de tu carrera y qué aprendiste de él?
«Sin duda, el momento más difícil fue cuando todos me dieron la espalda en Perú. Reconozco que cometí errores y tuve actitudes inmaduras, pero me señalaron por algo que no hice. Se ensañaron conmigo hasta sacarme de la televisión y lograr que muchos dejaran de apostar por mí. Y eso dolió, porque la televisión es mi pasión, es lo que amo y lo que sé hacer.
Me sobrepuse porque tengo una familia por la que debo levantarme todos los días. Viví momentos muy oscuros, días buenos, malos, pero siempre supe que tarde o temprano me iba a recuperar, porque muchas de las cosas que se dijeron eran mentira. Aprendí que mi verdadero error fue perder el piso cuando la fama llegó de golpe. Hoy lo veo como una gran lección que me ayudó a crecer y convertirme en quien soy».
Además de ser un hombre multifacético en tu carrera, hemos visto que eres muy fitness. ¿Cómo logras mantener una disciplina fit con una vida tan ajetreada?
«Desde que entré a la televisión, especialmente en realities de competencia, adopté un estilo de vida fitness. Me gusta comer saludable, aunque también disfruto darme mis gustitos, sobre todo los fines de semana, salir a comer o a alguna fiesta con amigos.
Entrenar es parte de mi rutina y también de mi equilibrio mental. Hago pesas, pero también mucho cardio, que me encanta. Ya lo tengo como parte de mi día a día. A veces los proyectos me complican los horarios, pero intento entrenar aunque sea tarde. Al final, todo es cuestión de disciplina: el día tiene 24 horas y si te lo propones, siempre encuentras al menos una para moverte».
¿Tienes algún lema o frase que te acompaña en los momentos de incertidumbre o duda?
Tengo varias frases que me acompañan, incluso algunas tatuadas. Una de las más importantes para mí es el Salmo 23, que llevo escrito en la costilla. Siempre trato de empezar el día diciendo: “Hoy será un día maravilloso”. Además, pensar en mi familia me da fuerza y me centra. Ellos son mi mayor motivación para seguir adelante, incluso en los momentos más inciertos».
Si pudieras hablar con el Nicola de hace 10 años, ¿qué consejo le darías?
«Más que al de hace 10, le hablaría al Nicola de hace 5 años, al que cayó y pensó que sería imposible levantarse. Le diría que todo va a estar bien, que cada caída es una lección, y que a veces la vida nos enseña más a través del dolor que del éxito. Le diría que ese sufrimiento lo va a formar, lo va a convertir en una gran persona, con un corazón más fuerte y una visión más clara del trabajo y la vida. Que valore esos años difíciles, porque serán el cimiento de quien está destinado a ser».
¿Qué podemos esperar de Camilo Palacios en Amanecer, la nueva novela?
«Camilo Palacios representa un gran reto para mí. Al principio dudé en aceptarlo, pero hoy me siento profundamente agradecido por la oportunidad de trabajar con un productor como Juan Osorio y con un elenco tan fuerte, como no se veía desde hace años en televisión.
Camilo es un personaje completamente distinto a mí, desde el peinado hasta su forma de hablar y comportarse. Es introvertido, inseguro, y constantemente siente que las cosas le salen mal. Su hermana es quien lleva las riendas de la familia, no él, y esa frustración lo lleva a sentirse inútil, hasta caer en el alcoholismo. Es un papel complejo, que me ha exigido mucho como actor, pero también me ha enseñado mucho. Es una historia de tropiezos, pero también de redención».
Hace poco iniciaste tu podcast Cómplices del Desmadre junto a Wendy. Cuéntanos, ¿qué podemos esperar de este proyecto y qué tipo de temas abordarán?
¡Estamos felices! Cómplices del Desmadre arrancó hace poco y desde el primer capítulo ha tenido una gran respuesta del público, algo que nos llena de gratitud. Es un proyecto que no será por temporadas, lo tomamos como una parte más de nuestra chamba y va para largo.
Con Wendy, que es mi mejor amiga y a quien amo, hablamos sin filtros. Nos reímos, nos decimos todo y lo disfrutamos muchísimo. La idea es que quienes nos escuchen sientan que están en una charla con sus amigos. Tocamos todo tipo de temas, desde los más divertidos hasta los más personales, siempre con humor, cariño y honestidad».
Decálogo de vida. ¿Cuáles son las cosas indispensables en tu vida?
Mi familia es lo más importante. Estar al pendiente de ellos, saber que están bien, es fundamental para mí. El trabajo también ocupa un lugar central en mi vida, porque me da propósito y estabilidad. Y, por supuesto, ese 1% de personas que me salvaron la vida en los momentos más difíciles. Ellos saben quiénes son y siempre tendrán un lugar especial en mi corazón».
¿En qué otros proyectos te vamos a ver para lo que queda del año?
«Vienen varios proyectos interesantes, aunque por ahora no puedo revelar mucho. Lo más importante en este momento es Amanecer, la nueva novela que se transmite por Qué Buena Hora en Unicable. Además, estoy feliz de regresar al programa Hoy, que ha sido clave en mi carrera. Estar ahí, con mis compañeros y bajo la guía de mi jefa y maestra Andy Rodríguez, es un privilegio enorme».