Entrenamiento = Felicidad
En algún momento hemos conocido el sentimiento de felicidad que provoca hacer ejercicio, ya sea porque lograste terminar una rutina – por muy corta que sea – o por la emoción anticipada de continuar con otra. Las culpables son las hormonas de la felicidad: endorfina, dopamina y serotonina.
La dopamina te hace estar más alerta y mejora la concentración, incluso unos veinte minutos de ejercicio pueden provocar la liberación de dopamina y con los deportes de alta intensidad, el cerebro la libera a los pocos minutos.
Cuando desciende la dopamina, la serotonina entra en acción; controlando el ciclo del sueño, el apetito y disminuyendo el dolor que se siente después del entrenamiento. La sensación de satisfacción interior es un plus de esta hormona.
El que persevera… ¡será más feliz!
Cuánto mas entrenes, te sentirás mucho mejor y provocará que quieras terminar la rutina aun cuando tu mente y cuerpo te digan lo contrario, aumentando tu rendimiento y concentración.
Además, el constante ejercicio ayuda a reducir el cortisol, la hormona del estrés, provocando que aumente tu resistencia al mismo. Pero no olvides, que el exceso de entrenamientos puede provocarte un estrés negativo, así que cuidado.
Recuerda no presionarte, todo logro te ayudará a retomar la confianza en ti y eso te hará más optimista y fuerte, sin mencionar que estarás más atlético.